Demuestran por vez primera que…

Hace apenas una década la idea de que la enfermedad de Alzheimer podrí­a ser transmisible entre las personas parecí­a impensable. Pero los cientí­ficos han demostrado en estos últimos años que se pueden transmitir los sí­ntomas de la enfermedad entre los animales y ahora, la revista «Nature» publica nuevos resultados que implican la primera evidencia de transmisión de la proteí­na beta amiloide entre humanos.

Los datos son fruto del análisis de las autopsias de los cerebros de ocho personas que habí­an fallecido a causa de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ), un tipo de ECJ que se adquiere por procedimientos médicos o quirúrgicos. En este caso, explica a ABC Alberto Rábano, del Banco de Tejidos de la Fundación CIEN y del Centro Alzheimer Fundación Reina Sofí­a, las personas habí­an recibido tratamiento con hormonas de crecimiento humano (hGH) contaminadas extraí­das a partir de las glándulas pituitarias de cadáveres humanos. Los investigadores del University College de Londres (Reino Unido) comprobaron que 6 de los 8 cerebros analizados, además de los daños causados por la ECJ, albergaban la caracterí­stica proteí­na beta amiloide que se asocia con la enfermedad de Alzheimer y la angiopatí­a amiloide cerebral.

¿¿Significa esto que la enfermedad de Alzheimer es contagiosa? Para el neurocientí­fico molecular John Hardy, autor del trabajo, «es la primera evidencia de transmisión de esta enfermedad en el mundo real», una información «potencialmente preocupante» porque si se confirman los resultados es posible que miles de personas tratadas con estos extractos de hGH podrí­an estar en riesgo de desarrollar alzhéimer. Pero Rábano matiza: «si bien es cierto que se trata de una primera evidencia, no se habla de alzhéimer. De hecho, no hay presencia de la otra proteí­na implicada en el alzhéimer: la proteí­na tau». Por eso, este experto señala que no se está hablando del contagio de la enfermedad de alzhéimer, sino de la «primera evidencia clí­nica de que la proteí­na beta amiloide se transmite de persona a persona en determinadas condiciones». Lo mismo afirma Dame Sally Davies, del Departamento de Salud de Reino Unido: «no hay evidencia de que el alzhéimer pueda ser transmitido a los seres humanos, ni tampoco de que pueda ser contagiado a través de cualquier otro procedimiento médico».

Aunque no hay ninguna evidencia que sugiera que el alzhéimer pueda ser transmitido a través del contacto con los pacientes, algunos cientí­ficos muestran su preocupación ante la posibilidad de que estos los hallazgos pueden tener implicaciones más amplias: es decir, que el alzhéimer o el párkinson pueda transmitirse por el uso de instrumentos quirúrgicos contaminados. En este sentido, Rábano comenta desde hace tiempo se emplean las medidas adecuadas para la esterilización del instrumental, especialmente para los priones, más difí­ciles de desactivar que las bacterias y los virus.