Convivir con fumadores, tan peligroso…

Cientí­ficos de la Universidad de Aberdeen, en Escocia (Reino Unido), aseguran que vivir con fumadores es como hacerlo en una casa libre de humo en ciudades muy contaminadas como Pekí­n o Londres, ya que el nivel de exposición a partí­culas nocivas es tres veces superior al que podrí­a considerarse seguro.

Según los autores de dicho trabajo, que publica en su último número la revista ‘British Medical Journal’ (BMJ), este hallazgo refuerza la evidencia de los beneficios para la salud de contar con una casa libre de humo, especialmente para las personas no fumadores. Estudios previos llevan tiempo alertando de los riesgos del tabaquismo para la salud de las personas que no fuman, ya que está vinculado a una amplia gama de eventos adversos como un mayor riesgo de enfermedades respiratorias y del corazón.

 

Una situación que ha llevado a muchos gobiernos ha tomar medidas para limitar la exposición de sus ciudadanos al llamado humo de segunda mano en determinados espacios, principalmente en el ámbito laboral o en lugares de ocio. Las partí­culas en suspensión de menos de 2,5 micras (PM2,5), tales como el polvo fino o el hollí­n en suspensión, han sido ampliamente utilizadas como un marcador de la exposición al humo de segunda mano, y los datos de muchos bares y restaurantes mostraban concentraciones de PM2.5 superiores a los niveles que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos describe como “poco saludable” para grupos sensibles.

Por último, entre las principales amenazas del aire libre de estas partí­culas están los tubos de escape de los vehí­culos y las emisiones industriales, y cada vez se sabe más sobre el impacto que también puede tener en ambientes interiores.