Condenan a un cardiólogo por provocar una discapacidad a una paciente
El Juzgado de Primera Instancia número 61 de Madrid ha condenado al cardiólogo de una clínica a indemnizar con 150.000 euros a una paciente que quedó con “importantes secuelas” tras someterse a un cateterismo el pasado 3 de octubre de 2007 después de que la afectada lo denunciara por mala praxis.
En la sentencia, que ha sido tramitada por la Asociación del Defensor del Paciente, el juez estima parcialmente la demanda interpuesta por la paciente mientras que donde se realizó la intervención pues “no se ha probado” que el demandado actuase “dentro de la organización empresarial”.
Según la sentencia, el pasado 3 de octubre de 2007, P. M. de 58 años, se sometió a un cateterismo por el doctor M. C. en una clínica como preoperatorio de una valvulopatía cardiaca, todo ello, sin un consentimiento informado, y a pesar de que la paciente advirtió estar tomando heparina, “no fue tomado en cuenta”.
Desde la Asociación han explicado que tras la operación, la paciente comenzó a tener un gran dolor en la ingle con pérdida de sensibilidad e incapacidad para mover la pierna derecha y sangrado activo. Estuvo bajo observación, con medicación para el dolor, y sin ninguna acción quirúrgica.
Después fue trasferida a otra clínica con una gran hemorragiaretroperitoneal y de nuevo se manejó de forma no quirúrgica, “a pesar de los dolores tan fuertes que padecía”. Estuvo bajo observación durante aproximadamente un mes, y al ser dada de alta con grandes dolores e imposibilitada, ingresó en una residencia para comenzar rehabilitación.
Tras días de fiebre, la afectada fue ingresada en un hospital donde fue diagnosticada de un pseudoaneurisma de la arteria femoral derecha, atrapamiento del nervio femoral derecho, hematoma retro peritoneal derecho y fístula arteriovenosa derecha, con reposo absoluto durante dos semanas y tratamiento para el dolor.
Continuó sin ser tratada quirúrgicamente y a consecuencia de ello sufrió un daño severo del nervio femoral derecho, con pérdida del cuádriceps e incapacidad para poder caminar.
En marzo de 2008 Doña P.M.G. acudió a la consulta de otro doctor en una clínica de Nueva York. “Al explorarla, comprobó el estado tan lamentable en el que se encontraba, con gran dolor y limitación para moverse e incapacidad para caminar”, han explicado.
La Asociación asegura que el doctor “nunca antes había visto una complicación tan severa después de un cateterismo cardiaco, ocasionada por no haberse intervenido la arteria y drenar la sangre”. La fístula se produjo por una punción de la arteria y el pseudoaneurisma se desarrolló por la evolución tan prolongada sin solucionar la complicación arterial, han añadido.
Con fecha 16 de abril de 2008, la paciente fue intervenida por el doctor, mejorando los síntomas, pero quedando “discapacitada para siempre”. En el estudio neurofisiológico muestra una axonotmesis total del nervio femoral derecho, dejando una lesión neurológica como secuela definitiva, directa con la grave iatrogenia y con la demora injustificable de su tratamiento. Además debido al uso continuo de muletas, padece “tenosinovitis estenosante del pulgar derecho”
Asimismo, la paciente sufre un trastorno adaptativo depresivo de larga duración, estando medicada y desde entonces en rehabilitación y fisioterapia, y aún tras varios años, va a comenzar un tratamiento para el dolor en los Estados Unidos, habiéndole sido reconocido un grado de Discapacidad del 76 por ciento.
Según la sentencia, “no existió mala praxis médica”, por lo que la responsabilidad del doctor demandado “se limita a la ausencia del consentimiento informado por escrito”, por lo que entiende que no se le ha dado a la paciente “la oportunidad de haber evitado la lesión” o “consultar otras opiniones sopesando el riesgo”.