¿Cómo mejorar las funciones ejecutivas?

Esta semana os queremos dar ideas o pautas para entrenar y mejorar las funciones ejecutivas, pero antes haremos un acercamiento al término.
Una definición que nos ha parecido sencilla y que explica muy bien cual es la tarea principal de las funciones ejecutivas, es esta de Muriel Lezak quien acuñó y dio protagonismo a este término.
Así pues, define funciones ejecutivas como aquellas capacidades mentales necesarias para formular metas, planear como lograrlas, y llevar a cabo estos planes de manera efectiva.

Para llevar a cabo y hacer posible esta gestión entran en acción distintos componentes o habilidades. Y aunque hay variedad de opiniones, son las siguientes las que destacamos:

  • Anticipación y desarrollo de la atención
  • Inhibición de impulsos y auto-regulación
  • Flexibilidad mental y utilización de la realimentación
  • Planificación e iniciativa
  • Memoria de trabajo
  • Razonamiento lógico
  • Selección de forma efectiva de estrategias para resolver problemas
  • Monitorización

Para saber más sobre estas habilidades os recomendamos que leáis una de nuestras entradas en las que hablamos y profundizamos en ellas.

El desarrollo de las funciones ejecutivas está relacionado con los procesos biológicos de la maduración del cerebro, con la experiencia y con factores motivacionales y emocionales y la velocidad en la que esto ocurre va a ser muy variable, pues aunque su desarrollo es de inicio temprano va a durar hasta la vida adulta.
Aunque como bien decimos influyen otros factores, generalmente las personas que tienen dificultades en las funciones ejecutivas son aquellas que presentan daños en el lóbulo frontal, más concretamente en la corteza prefrontal.
Así pues, a continuación os dejamos una series de pautas que, llevándolas a cabo tanto desde el cole como desde casa van a favorecer el desarrollo de estas capacidades cognitivas.

  • Hacer listas de verificación y enumerar los pasos a seguir en cualquier tarea, no solo en las académicas. Esto va a ayudar en la planificación y también en la anticipación, disminuyendo así los niveles de ansiedad del niño.
  • Entrenamiento en rutinas de autonomía cotidianas como lavarse los dientes, preparar la mochila, vestirse, etc.
  • Usar calendarios y planificadores para organizar el día a día.
  • Estructurar el ambiente para ayudar en la memoria y favorecer la anticipación, por ejemplo, disponer de un tablón donde se pongan tareas importantes, utilizar post its, etc.
  • Despejar sus ambientes o lugares de trabajos de distractores ya que esto va a interferir en la atención haciendo que aparezcan fluctuaciones.
  • Plantearle problemas con diversas soluciones o mejor aún, sin ninguna para que sea él quien las busque. De este modo vamos a trabajar la flexibilidad mental y dotaremos de estrategias para resolver problemas.
  • Ponerles límites de tiempo para realizar tareas. Tiempos que sean coherentes y asumibles, por supuesto.

En cuanto a las actividades que se pueden realizar vamos a encontrar infinitas entre las que señalamos las siguientes:

  • Para trabajar la atención y la percepción, podemos utilizar actividades en las que el niño tenga que descubrir objetos que faltan. Por ejemplo, fichas de integración visual como completar una cara, descubrir qué cosas no están presentes en dos imágenes aparentemente iguales, etc. Para trabajar la atención también van a venir genial los clásicos juegos de encontrar diferencias, así como las asociaciones visuales dentro de un conjunto.
  • Si queremos potenciar la planificación elegiremos aquellos juegos que consistan, por ejemplo, en seguir instrucciones. Se nos ocurre alguno como ayudar a un personaje a a llegar a su destino siguiendo distintas normas, buscar un tesoro, etc. También van a favorecer la planificación juegos como el clásico de sacar un coche del aparcamiento (rush hour) o ir moviendo bloques para descubrir la imagen deseada.

  • En el caso de la organización temporal, va a venir muy bien ordenar de mayor a menor o viceversa, ya sean números o personas de distintas edades (evidentes). También favorecerá esto, reproducir modelos o patrones y la ordenación de secuencias temporales

  • El razonamiento lógico como bien sabemos, se puede trabajar de mil maneras pero asegurará el éxito hacerlo a través de actividades que consistan en completar series, sudokus de colores o números, presentar dos objetos y establecer relaciones de semejanzas o completar analogías, entre otras.

  • Las tareas Go – No Go, son nuestras favoritas para trabajar la inhibición de impulsos, aunque transversalmente va a favorecer a la atención. Os dejamos por aquí un enlace donde podéis descargar un material creado por Jesus Jarque. https://drive.google.com/file/d/1Ep83XiZjb0i_hgl7Q3HFoIA2TSfUzPzM/view
  • Finalmente, si lo que queremos es desarrollar o mejorar la memoria podemos hacer uso de tarjetas o juegos para buscar parejas, también podemos facilitarle fichas en las que aparezcan varios objetos e intentar retener la mayoría en un tiempo determinado. El famoso juego de los 80, Simon, también va a hacer un gran trabajo en este área, pues va a estimular la memoria visual, auditiva y de trabajo. Este juego puede seguir comprándose pero también hay variantes que nos permitirán jugar de manera online.

 

 

Lezak, M. (1982). The problem of assessing Executive Functions. International Journal of Psychology, 17, 281 – 297. Recuperado de: http://onlinelibrary.wiley.com/
doi/10.1080/00207598208247445/pdf