CERMI Madrid alerta que el…

En la imagen, la basura invade una acera de Madrid.CERMI Comunidad de Madrid pide que se adopte una solución urgente que ponga fin al conflicto registrado en el servicio de recogida de basura de Madrid puesto que, en la actualidad, los residuos, bolsas y desperdicios que se acumulan en las calles de la ciudad, están entorpeciendo la movilidad de miles de ciudadanos con discapacidad.

A juicio de CERMI Madrid, la huelga está teniendo efectos colaterales importantes sobre el colectivo de personas con discapacidad, puesto que muchas de ellas se encuentran con serios problemas a la hora de salir de sus viviendas, o de transitar por la ví­a pública con las ayudas técnicas que precisan, debido al reducido espacio del que disponen en muchas aceras, por estar ocupadas con residuos y desperdicios que se hallan esparcidos por múltiples zonas de tránsito.

Por ello, desde el Comité, se insta a la Administración a adoptar las medidas pertinentes para que se ponga fin al conflicto y para que, hasta que ello no ocurra, los servicios mí­nimos existentes trabajen para aminorar los efectos negativos que la citada movilización acarrean a las personas con discapacidad y/o movilidad reducida.

En palabras del comité, “La basura está poniendo en peligro la integridad fí­sica de miles de personas con discapacidad, que se resbalan y tienen tropiezos con la basura que encuentran en su camino.” Por otro lado, CERMI Madrid incide en que, hasta que no se logre una solución definitiva para el conflicto, serí­a preciso procurar que cualquier zona adyacente a centros sanitarios, de mayores, residencias, parques infantiles o cualquier punto neurálgico de similares caracterí­sticas estuviese libre de desperdicios, así­ como cualquier zona de tránsito peatonal o instalación reservada a personas con discapacidad y/o movilidad reducida.

Por último, CERMI Madrid reitera que los efectos de la huelga se aprecian, sobre todo, en el centro de la ciudad, especialmente en zonas con aceras de dimensiones reducidas, y que, en muchos casos, los desperdicios amontonados en la ví­a pública imposibilitan el paso de personas ciegas, usuarios en silla de ruedas o de personas que usan otro tipo de ayudas técnicas.