El Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña ha publicado este lunes un protocolo de actuación para el seguimiento del impacto del zika entre las embarazadas, el cual establece que todas aquellas que hayan viajado a algún paí­s con riesgo de contagio -como Colombia o Brasil- pasarán un análisis de sangre para descartar o confirmar la presencia del virus.

Este protocolo, que ha sido elaborado junto a varias sociedades cientí­ficas catalanas como las de Ginecologí­a y Obstetricia o Pediatrí­a, refuerza las medidas incluidas en el protocolo de vigilancia epidemiológica que adoptó la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, en el que están representadas las administraciones central y autonómicas, que recomienda analí­ticas cuando la gestante presente sí­ntomas y haya viajado a un paí­s de riesgo. El Departamento de Salud catalán endurece en este sentido las medidas de prevención del zika entre las embarazadas, indicando a todos sus centros de salud que realicen un análisis de sangre a aquellas gestantes que hayan estado recientemente en zonas donde el virus sea endémico, “independientemente de si han presentado sí­ntomas”.

Estos resultados serán trasladados a los servicios catalanes de vigilancia epidemiológica que, en caso de confirmar la presencia de zika, derivarán a la paciente a unos de los dos hospitales de referencia: el Vall d”™Hebron o el Clí­nic de Barcelona. En España tan sólo existen dos casos confirmados de zika en embarazadas, ambos en Cataluña. Por el momento, el Instituto Nacional de Microbiologí­a tiene contabilizados 27 casos del virus en territorio nacional -todos importados- mientras que nueve de ellos serí­an en Cataluña. Sin embargo, el gobierno catalán eleva la cifra a 14, según se desprende de un informe publicado hoy en el que informa de seis hombres con zika y ocho mujeres, entre ellas las dos embarazadas. El zika se transmite por la picadura de mosquitos infectados de la familia ”˜aedes”™ -como el mosquito tigre- que también son transmisores o vectores de enfermedades como el dengue, el chikungunya o la fiebre amarilla.

Sin embargo, este virus no tiene graves consecuencias para quienes lo padecen salvo mujeres embarazadas, ya que se sospecha que puede estar asociado a malformaciones congénitas en el feto como la microcefalia. Los sí­ntomas de este virus -por lo general sin secuelas- se resumen en artritis, erupciones cutáneas, dolores musculares, de cabeza o cansancio y fiebre. Pese a tratarse de una enfermedad de carácter leve cuyos sí­ntomas no duran más de una semana, la OMS declaró la emergencia internacional por el zika el pasado 1 de febrero, dadas las sospechas de que pueda estar detrás del aumento de casos de microcefalias o del sí­ndrome de Guillain-Barré en fetos.