Cada año se producen 25.000…

En la imagen, una persona porta distintos fármacos antibióticos.La resistencia a los antibióticos y el uso inadecuado de los mismos constituyen temas de gran importancia para la salud tanto en Europa como en el resto del mundo.

El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (CEPCE) calcula que cada año la resistencia antimicrobiana es la causa de 25.000 muertes y acarrea unos costes de más de 1.500 millones de euros en concepto de gastos sanitarios y pérdidas de productividad. En los últimos cuatro años se ha registrado una considerable tendencia al alza de resistencia combinada a múltiples antibióticos en los casos de Klebsiella pneumoniae y Escherichia coli en más de un tercio de los paí­ses de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo. Además, en varios Estados miembros, entre el 25 % y algo más del 60 % de casos de infección sanguí­nea por Klebsiella pneumoniae se ha observado una resistencia combinada a múltiples antibióticos.

A medida que se incrementa la resistencia, disminuye el número de antibióticos eficaces, con lo que en un futuro podrí­an agotarse los antibióticos disponibles para combatir enfermedades potencialmente mortales. La situación resulta aún más grave si se tiene en cuenta que los antimicrobianos se han convertido en un instrumento esencial de la medicina moderna. Muchas intervenciones quirúrgicas serí­an imposibles sin ellos. Asimismo, la eventual imposibilidad de emplear antibióticos aptos para pacientes en estado crí­tico, a causa de la resistencia bacteriana, podrí­a comprometer seriamente sus probabilidades de supervivencia. El CEPCE calcula que cada año se producen 400.000 casos de infecciones resistentes en la Unión Europea, Noruega e Islandia.

Pero se están tomando medidas al respecto. La Comisión Europea ha adoptado un plan de acción contra las amenazas crecientes que plantea la resistencia antimicrobiana. Éste incluye doce intervenciones concretas en Estados miembros de la UE y distingue siete ámbitos en los que se considera necesario tomar medidas, entre ellas, un uso adecuado de los antimicrobianos tanto en humanos como en animales; prevención de las infecciones microbianas y su propagación; desarrollo de nuevos antimicrobianos efectivos o de alternativas de tratamiento; y la mejora de la comunicación, la educación y la formación.

En la esfera internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha adoptado un plan de acción estratégica sobre la resistencia antimicrobiana. Su propósito es reforzar la vigilancia de dicha resistencia, promover un uso racional de los antibióticos, intensificar el control y la vigilancia de las infecciones en entornos sanitarios, prevenir la aparición de resistencias en los sectores veterinario y alimentario, promover la innovación y la investigación en nuevos fármacos, y mejorar la concienciación, la seguridad del paciente y las colaboraciones.