Cada año fallecen en España…

En la imagen, una Unidad de Ictus.Cada año fallecen en España 36.000 personas por ictus, según datos del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurologí­a.

“La probabilidad de tener un ictus aumenta en las personas que presentan ciertos factores de riesgo controlables como la hipertensión, el colesterol, el tabaquismo, el sedentarismo o la obesidad, entre otros. El paciente puede actuar para modificarlos, disminuir e, incluso, evitar el accidente cerebrovascular”, ha comentado la presidenta de la Federación Española del Ictus (FEI), Carmen Aleix, con motivo del Dí­a Mundial de esta patologí­a, que se celebra el 29 de octubre. Por ello, y bajo el lema ‘La prevención del ictus es tu responsabilidad’, la FEI tiene como objetivo concienciar a los ciudadanos de la importancia de controlar los factores de riesgo y recordar que el ictus “es cosa de todos”.

Ahora bien, teniendo en cuenta que una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida, Aleix ha destacado la necesidad de que la administración garantice el derecho de los pacientes a la información y a la innovación terapéutica y tecnológica que, a su entender, permite controlar o detectar “mejor” el riesgo de ictus, especialmente en la fibrilación auricular, causante de 1 cada 5 ictus en España. Dicho esto, ha recordado que, según la evaluación de la Estrategia en Ictus del Sistema Nacional de Salud, todas las comunidades autónomas han desarrollado de forma parcial la estructura necesaria para disponer de una red asistencial de unidades o equipos de ictus de referencia accesibles en menos de 60 minutos, así­ como la implantación del código Ictus, de ví­as clí­nicas, protocolos o procesos asistenciales. “Por el momento son 12 las comunidades autónomas las que tienen totalmente implantado el código ictus en sus zonas básicas de salud, lo que significa prácticamente un 80 por ciento de zonas básicas cubiertas”, ha apuntado la presidenta de FEI, para destacar la necesidad de tratar a los pacientes que sobreviven a un ictus.

Y es que, prosigue, hasta el 45 por ciento presenta hemiparesia como secuela, hasta un 15 por ciento afasia (trastorno del habla), el 20 por ciento no podrá caminar, el 30 por ciento sufre depresión o deterioro cognitivo y entre el 20 por ciento y 55 por ciento precisaran de ayuda parcial o total. “Teniendo en cuenta que la rehabilitación hospitalaria puede no ser suficiente, tras recibir el alta hospitalaria el paciente deberá continuar con ella en función de las secuelas que presente”, ha enfatizado.