Cada 40 segundos muere un…

Más de 800.000 niños menores de cinco años en todo el mundo mueren al año por diarrea, lo que supone uno cada 40 segundos, debido a deficiencias en el saneamiento y la higiene.

Además, alrededor de 2.400 millones de personas carecen de acceso a inodoros y cerca de 1.000 millones siguen practicando la defecación al aire libre. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ofreció estos datos en un mensaje difundido con motivo del Dí­a Mundial del Retrete, que se celebra este jueves, 19 de noviembre, y que este año está dedicado al “cí­rculo vicioso que conecta el saneamiento deficiente y la malnutrición” para llamar la atención sobre la importancia de los aseos a la hora de tener una mejor nutrición y una mejor salud. En su mensaje, recogido por Servimedia, Ban indicó que una de cada tres personas en el mundo (alrededor de 2.400 millones) carece de servicios de saneamiento mejorados y una de cada ocho defeca al aire libre, si bien se centró especialmente en los niños. De hecho, indicó que casi la mitad de las muertes de menores de cinco años se deben a la desnutrición y una cuarta parte de los niños de esta edad tienen retraso en el crecimiento, en tanto que muchos otros, además de adultos, “están enfermando gravemente y a menudo sufren consecuencias para la salud y el desarrollo a largo plazo, incluso durante toda su vida”. Naciones Unidas recalcó que los retretes deficientes aumentan el riesgo de enfermedades y la malnutrición, especialmente de las mujeres y de los niños, en tanto que las mujeres y las niñas se arriesgan a ser abusadas y violadas porque carecen de un inodoro que les ofrezca privacidad, a pesar de que tener un buen saneamiento es un derecho humano. Además, apuntó que uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados el pasado mes de septiembre para combatir la pobreza, la desigualdad y el cambio climático hasta 2030, es “garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible, y el saneamiento para todos”. Existe suficiente agua dulce en el planeta para lograr este objetivo, pero recalcó que, “debido a una mala economí­a o a infraestructuras deficientes, cada año millones de personas, la mayorí­a de ellos niños, mueren por enfermedades asociadas con un inadecuado suministro de agua, saneamiento e higiene”.