La Comisión Europea (CE) ha presentado un informe en el que pide a los Estados miembros más esfuerzos en el desarrollo de unos sistemas de enseñanza integradores y la eliminación de las barreras “a los grupos vulnerables en materia de participación y logros en la enseñanza, la formación y el empleo”.

En su nota de prensa, la CE reconoce los esfuerzos y cumplimiento de los compromisos de los veintisiete por fomentar una educación integradora. Sin embargo, insiste en que “los niños con necesidades educativas especiales y los adultos con discapacidad siguen estando desfavorecidos”.

La perspectiva integradora es la más afectada. El informe afirma que niños y adultos con necesidades educativas especiales “cursan sus estudios en centros separados y los que están escolarizados en el sistema educativo general no suelen recibir un apoyo adecuado”.

En torno a esta cuestión, la CE apunta que, más allá de la discapacidad o las necesidades educativas especiales, “en todos los Estados miembros, los niños carenciados (especialmente varones) gitanos, pertenecientes a minorí­as étnicas o procedentes de medios socioeconómicos desfavorecidos están sobrerrepresentados en escuelas para alumnos con necesidades especiales”.

De ahí­ que el informe se plantee “si los sistemas de educación especial aumentan el aislamiento de los alumnos que ya se encuentran socialmente marginados, lo cual, más que potenciar sus oportunidades en la vida, se las reducirí­a”. Asimismo, asegura que “estos niños podrí­an estar escolarizados en el sistema educativo general si se invirtiera más en el desarrollo de sus competencias lingí¼í­sticas y se prestara más atención a las diferencias culturales”.

“Tenemos que esforzarnos más por conseguir unas polí­ticas educativas integradoras y dotadas de la financiación adecuada si queremos mejorar las condiciones de vida de los niños con necesidades educativas especiales y los adultos con discapacidad”, recomienda.

A este respecto, la Comisaria europea de Educación, Cultura, Multilingí¼ismo y Juventud, Androulla Vassiliou, ha destacado que “es el momento de cumplir los compromisos que hemos asumido. La educación integradora no es una asignatura optativa; es una necesidad básica. Los más vulnerables deben ser el principal objetivo de nuestras actuaciones para que todos puedan disfrutar de una vida mejor, ha manifestado .

El abandono escolar es una de las principales preocupaciones en el marco general de la Educación, ya que sin una formación adecuada las posibilidades de encontrar un empleo o de permanecer económicamente inactivas se multiplican. “E incluso a los que les va relativamente bien en el mercado laboral muchas veces ganan menos que sus homólogos no discapacitados”.

Así­ lo constata el informe presentado al asegurar que “los chicos con necesidades educativas especiales suelen abandonar la escuela poco o nada cualificados, y pasan a continuación por una formación especializada que, a veces, más que ampliar, puede debilitar sus posibilidades laborales”.

Más conclusiones de la educación… Hay otros puntos débiles que destaca el informe y que trata de solventar con ciertas recomendaciones. Así­, entre sus observaciones, la CE estima que “aunque sea difí­cil integrar a los alumnos con graves deficiencias en el sistema educativo general o puedan estar mejor atendidos en centros separados, cada vez aparece más claramente que se puede integrar a un número muy amplio de alumnos con discapacidad o con necesidades educativas especiales en el sistema educativo general y que una educación integradora de calidad es buena para todos los alumnos”.

La integración es importante, pero ésta no puede avanzar si la formación y el desarrollo profesional continuo del profesorado no se organiza teniendo en cuenta las necesidades de inclusión. Además, “los profesores de apoyo y los monitores juegan un papel crucial para que la integración funcione”.

En materia de planes de estudio, el documento presentado asegura que en algunos paí­ses son demasiado uniformes. Aconseja una mayor flexibilidad a la hora de elaborarlos para no dificultar la integración de los niños discapacitados. “La práctica de hacer repetir curso perjudica asimismo la integración”.

La educación superior es otro punto de la diana. Como es sabido y como ratifica el informe, las personas con discapacidad tienen menos probabilidades de ingresar en la enseñanza superior que los no discapacitados. Además, aquellas que obtienen una titulación superior “siguen sufriendo desventajas en el mercado laboral, aunque tienen muchas más posibilidades de ser contratadas que los discapacitados menos cualificados”.

Sin salir del marco universitario, los investigadores han reflejado la falta de datos suficientes que permitan realizar un análisis comparativo entre paí­ses europeos sobre el número de estudiantes discapacitados en la enseñanza superior, o sobre deficiencias y resultados alcanzados en ese tipo de enseñanza.

En materia de empleo, la CE ha estimado que la información disponible sobre el número de personas discapacitadas que trabajan en los distintos paí­ses de la UE no está actualizada, por lo que ésta no es fiable.

Lo que sí­ es seguro es que “las prestaciones por discapacidad atenúan el riesgo de pobreza y exclusión social, pero pueden reducirse debido a los actuales recortes del gasto público en toda Europa”. Por ello, recomienda acudir a los planes de ‘flexiguridad’, una herramienta que permite a las personas con discapacidad trabajar a tiempo parcial sin perder la totalidad de las prestaciones.

Pese a la convergencia considerable de las polí­ticas sobre discapacidad y empleo en Europa, “la eficacia de los programas de apoyo al empleo y de readaptación profesional varí­a con respecto a la inserción de las personas con discapacidad en el mercado laboral o a la ayuda prestada al mantenimiento del empleo en caso de sufrir una discapacidad por un accidente de trabajo”.

El informe presentado se titula “Educación y Discapacidad/Necesidades Especiales -polí­ticas y prácticas en educación, formación y empleo para estudiantes con discapacidad y necesidades educativas especiales en la UE-. Ha sido elaborado para la Comisión Europea por la red de expertos europeos en ciencias sociales de educación y formación (NESSE).