Aliento exhalado para la detección…

Un grupo de cientí­ficos del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imbic) y de la Universidad de Córdoba ha puesto en marcha un proyecto para desarrollar un equipo de detección precoz de cáncer mediante métodos de mí­nima invasión, entre ellos, utilizando el aliento exhalado como posible prueba para diagnosticar diversos tipos de cánceres.

Según explica el responsable del proyecto, Antonio Rodrí­guez Ariza, el aliento exhalado podrí­a servir, por ejemplo, para detectar el cáncer de colon. Este tipo de prueba resultarí­a muy útil en pacientes que ya tienen algún tipo de tumor o que se presentan factores de riesgo.

Además de en el cáncer de colon, este tipo de análisis quí­mico también tendrí­a proyección en tumores de mama y próstata. “Para el cáncer de pulmón ya se emplea el aliento exhalado como prueba directa”, recuerda el investigador, y alude a algunos estudios publicados en los últimos años donde se relaciona el perfil de los metabolitos del aliento exhalado con la presencia de tumores.

Rodrí­guez ha hecho hincapié en que “la detección precoz del cáncer a través de pruebas menos invasivas incide, junto a las terapias, en la disminución de la mortalidad”.

En general, algunas de las exigencias que se hacen a las empresas para el diseño de esta tecnologí­a consisten en que se usen muestras que se obtengan por medios no invasivos (heces, orina, aire exhalado) o mí­nimamente invasivos (microgotas de sangre periférica); que sea potencialmente automatizable, que permita trabajar con muestras de un gran número de pacientes y, por supuesto, que resulte coste-efectiva para el diagnóstico de cáncer.

A eso hay que añadir que el tiempo de detección sea reducido, no superior a cuatro horas, para poder elegir rápidamente la terapia más adecuada para el paciente. En total, el Imbic ha recibido 9,2 millones de euros para llevar a cabo este proyecto y otros dos trabajos más.

Uno de los proyectos financiados consiste en el desarrollo de un robot quirúrgico orientado a las técnicas laparoscópicas, que, centrado en el campo de la urologí­a, pretende servir también para la ginecologí­a, la cirugí­a cardiaca, pediátrica y torácica, y para la cirugí­a general. Esta plataforma robótica a partir de imágenes en 3D pretende ser una inversión no muy costosa para que se pueda instalar en el sistema sanitario.

El dispositivo permitirá al cirujano controlar de forma teleoperada dos instrumentos quirúrgicos y un endoscopio. Existe un modelo americano similar al prototipo en el que se trabaja, pero éste resulta más funcional ya que ofrece las mismas ventajas para el paciente que la cirugí­a por los procedimientos convencionales.

El tercer proyecto que investiga es un sistema de conservación celular de fácil transporte que también se ha beneficiado de la financiación del Imibic y la UCO. El objetivo del trabajo se centra en las células mesenquimales.

Hasta ahora el sistema de conservación celular se realiza mediante la criopreservación en nitrógeno lí­quido, que permite mantener las células durante años en buenas condiciones, si bien también presenta algunos inconvenientes y su mantenimiento es costoso. El objetivo del proyecto es idear un nuevo sistema de conservación sin congelar y mediante procedimientos fí­sicos o quí­micos que no alteren las propiedades de las células mesenquimales. Los responsables indican que la conservación mediante liofilización o desecación podrí­an ser los sistemas más adecuados.