160 millones de personas viven…

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que entre 140 y 180 millones de personas viven con una discapacidad en toda América y llamó a los Estados de esta parte del planeta a remover las barreras que afectan la salud de esa población. Además, sostiene que en los próximos años la discapacidad será un motivo de preocupación aún mayor, ya que su prevalencia está en alza por el envejecimiento poblacional y el aumento de enfermedades crónicas.

Según estudios realizados en la región, las discapacidades más frecuentes son de movilidad, visuales, discapacidad mental, intelectual y de comunicación.

En tanto, las principales causas que las producen son enfermedades crónicas, problemas degenerativos de la edad, accidentes de todo tipo, problemas relacionados con el embarazo y el parto y enfermedades profesionales.

Las personas con discapacidad, según la OPS, presentan peor situación de salud, obtienen resultados académicos más bajos, participan menos en la economí­a y registran tasas de pobreza más altas que aquellas sin discapacidad.

Armando Vásquez, consultor regional en Discapacidad de la OPS/OMS, señaló que “la disca-pacidad afecta a todos los sectores de la sociedad y es necesario formular polí­ticas que reconozcan y promuevan la salud y bienestar para todas las personas como un derecho humano fundamental”.

Vásquez consideró que “desde esta perspectiva se debe generar una nueva cultura de respeto a la diferencia y la diversidad para promover la igualdad de oportunidades y una ética polí­tica y social”.

La OPS reconoció un avance en algunos paí­ses de la región que permitieron desarrollar programas y planes nacionales de atención a las personas con disca-pacidad, en concordancia con la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que entró en vigor en mayo de 2008.

No obstante, insistió en que algunos de los obstáculos vinculados con la salud que enfrentan las personas con discapacidad, tienen que ver con la ausencia de polí­ticas claras de abordaje de la discapacidad en el sector de la salud y la prestación insuficiente de servicios de atención, especialmente de rehabilitación y de acceso a dispositivos de asistencia técnica.

Vásquez opinó que “la necesidad no satisfecha de rehabilitación puede tener malas consecuencias para las personas con disca-pacidad, como el deterioro de su estado general de salud, limitaciones para participar en actividades, restricción de la participación social y peor calidad de vida”.

Entre las recomendaciones de la OPS para sortear los obstáculos figuran formular polí­ticas, programas y planes sectoriales de salud de abordaje de la discapacidad, lograr que los sistemas de salud sean más inclusivos y que los programas de salud pública sean accesibles a las personas con discapacidad.

También, aludió a la necesidad de invertir en el desarrollo de servicios de rehabilitación y en la provisión de ayudas técnicas, e introducir modificaciones estructurales en las instalaciones sanitarias, además de utilizar equipos con caracterí­sticas de diseño universal, comunicar información en formatos apropiados y capacitar los recursos humanos.