Rehabilitación neurológica con realidad virtual

Una novedosa técnica emplea gafas de realidad virtual para la recuperación de pacientes con lesiones motoras.

Esta técnica pionera permite “engañar al cerebro” y acelerar así­ la recuperación de los pacientes para que recuperen el movimiento, ha explicado la doctora en neurocontrol motor Charo Ortí­n.

Este método se basa en la neurovirtualidad, término con el que la experta define “el influjo que tiene la realidad virtual en los mecanismos plásticos de las neuronas” y cómo es capaz de convencerle de que lo que están viendo los ojos del paciente es su propia realidad.

Ortí­n aplica esta técnica en el centro madrileño FOREN (Formación y Rehabilitación Neurológica). Tras años de estudio teórico, admite que descubrió “el papel clave de las neuronas espejo, así­ llamadas porque imitan el movimiento o la emoción de la persona que tenemos enfrente” y un ejemplo de cuyo funcionamiento es el “contagio” de los bostezos.

Un paciente que ha quedado lesionado “sigue sabiendo cómo mover una mano o un pie, pero sus conexiones neuronales son débiles” y por ello el mandato que enví­a al cerebro “no obtiene resultado ya que la plasticidad de las neuronas, es decir, su capacidad para aprender o desaprender algo, se ha vuelto negativa”, ha precisado esta especialista.

Así­, con el método FOREN, cuando el paciente trata de mover su extremidad lesionada, recibe una respuesta de su terapeuta -por electroestimulación, vibración o temperatura- mientras contempla a través de las gafas un ví­deo en el que dicha extremidad se mueve realmente.

Aunque no es la suya, su cerebro cree que sí­ gracias a “una congruencia y una sincroní­a perfectas” mediante las cuales el paciente se convence de que es él quien realiza el movimiento. “Esto eleva su motivación y alegrí­a” y contribuye hasta en “un 90% del tratamiento” para mejorar progresivamente la recuperación.

Con un entrenamiento diario y gracias a una repetición exitosa, el sistema nervioso reaprende a moverse, reforzando las conexiones entre neuronas y “la plasticidad se vuelve positiva”, resume Ortí­n.

Sin embargo, no todas las personas pueden ser sometidas a este tratamiento pues, según esta experta, se necesita “capacidad de imitación” -es decir, que su sistema de neuronas espejo esté intacto- y “voluntad de dejarse engañar, puesto que el engaño del cerebro es la base de esta técnica”.