FAMMA reclama polí­ticas efectivas para…

Madrid, 3 de diciembre de 2019. – La Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Fí­sica y Orgánica (FAMMA-Cocemfe Madrid) denuncia el incumplimiento de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU tras 10 años de su entrada en vigor, lo que implica que no se ha desarrollado plenamente el concepto de autonomí­a personal defendido por el Tratado.

En palabras del presidente de FAMMA, Javier Font, “Aunque España haya ratificado la Convención y la Comunidad de Madrid la haya apoyado, la mayorí­a de las leyes actuales no se cumplen, ya sea por falta de presupuestos, o de voluntad polí­tica para aplicarlas”.

A estos efectos falta valentí­a polí­tica para desarrollar programas para la autonomí­a personal de las personas con discapacidad, que propicien su capacidad de autogobierno y toma de decisiones. Falta valentí­a para potenciar la figura del Asistente Personal que permitirí­a evitar ser institucionalizados en residencias, sin más alternativas que esa. Escasea la valentí­a polí­tica para hacer frente a la eliminación de barreras arquitectónicas; para la creación de una educación inclusiva, hasta ahora carente de recursos suficientes para los menores con discapacidad; para la creación de un ocio inclusivo verdadero que tenga en cuenta las necesidades de los usuarios; para construir una verdadera integración laboral que propicie salarios dignos para las personas con discapacidad; para articular una polí­tica más allá de los procesos electorales. Una polí­tica, real y efectiva.

En consecuencia, FAMMA reclama el cumplimiento del siguiente manifiesto, basado en la Convención de la ONU, para acercarnos a una verdadera autonomí­a personal de las personas con discapacidad fí­sica y orgánica:

1.- La accesibilidad de las instalaciones y servicios abiertos al público tiene que ser la norma. El diseño universal es la forma más justa e igualitaria de crear una sociedad que integre a las personas con discapacidad fí­sica u orgánica en la sociedad.

2.- Las personas con discapacidad fí­sica y orgánica tiene derecho a la vida independiente. La capacidad de autogobierno es necesaria para que puedan tomar decisiones propias y participar en la sociedad.

3.- La discriminación positiva es necesaria para acelerar y lograr la igualdad de hecho entre las personas con discapacidad y las que no la tienen, para encontrar la igualdad.

4.- En todas las actividades relacionadas con los niños y las niñas con discapacidad fí­sica u orgánica, debe de considerarse primordial la protección de los intereses del menor.

5.- Las personas con discapacidad fí­sica u orgánica no pueden ser excluidas del sistema general de educación por motivos de su discapacidad y se deberán realizar los “ajustes razonables” necesarios para su integración con el resto de alumnos.

6.- Es necesario sensibilizar a la sociedad, para evitar estigmas y estereotipos que dificulten integrar a las personas con discapacidad fí­sica u orgánica en la sociedad, con el fin de que puedan aportar valor a la misma en igualdad de condiciones.

7.- El desconocimiento es el principal motivo de rechazo y exclusión de las personas con discapacidad fí­sica u orgánica. Para ello, desde la administración, se debe dar visibilidad a la discapacidad fí­sica u orgánica, y fomentar una actitud de empatí­a y respeto.

8.- El acceso a los nuevos sistemas y tecnologí­as de la información para las personas con discapacidad fí­sica u orgánica tiene que ser una prioridad ya que, por un lado, hace más eficiente muchos trámites, que requieren desplazamientos innecesarios, y por otro lado, reduce la brecha digital para las personas con discapacidad fí­sica u orgánica, lo cual mejora la autonomí­a de los individuos en una sociedad fuertemente digitalizada.

9.- Las personas con discapacidad fí­sica u orgánica tiene derecho a tener la oportunidad de ganarse la vida mediante un trabajo libremente elegido o aceptado en un mercado y un entorno laboral inclusivo y accesible a las personas con discapacidad.