FAMMA denuncia que la suciedad…

FAMMA-Cocemfe Madrid denuncia que la presencia de hojas caí­das de los árboles en las aceras de céntricas calles madrileñas dificultan sobremanera la movilidad de las personas con discapacidad, lo que a la postre ocasiona que no puedan desarrollar su dí­a a dí­a con normalidad y tengan que buscar itinerarios alternativos para desplazarse o invadir la calzada o áreas no peatonales, lo que supone un peligro.

La ingente cantidad de hojas de árboles caí­das en las últimas semanas que no han sido recogidas y que se amontonan en esquinas y zonas de tránsito no solamente ocasionan problemas de movilidad a las personas con discapacidad, sino a la ciudadaní­a en su conjunto, como padres con carritos de bebé, mayores o viandantes que portan maletas o carros de compra. A juicio de la Federación, resulta inaudito que la Administración no se preocupe en absoluto por mantener limpias de hojas, así­ como de suciedad en general, las zonas de tránsito de peatones. Esta situación demuestra una importante falta de sensibilidad hacia los ciudadanos en general, y de forma particular hacia quienes tienen la movilidad reducida y experimentan enormes dificultades para desplazarse si las aceras no están limpias y cuidadas. La presencia de hojas caí­das, asimismo, supone un problema, especialmente, para quienes portan o usan ayudas técnicas para desplazarse, dado que su dí­a a dí­a puede convertirse en una auténtica odisea de obstáculos. Por todo ello, la Federación pide que se adopten las medidas oportunas para que se cuide al máximo la limpieza de las aceras y zonas peatonales, con el fin de que la ví­a pública sea transitable y practicable plenamente para las personas con discapacidad y/o movilidad reducida y para la ciudadaní­a en general. En este sentido, FAMMA, por último, solicita que, de no ser suficientes las actuaciones de limpieza que se realizan sobre las calles de Madrid a diario, se incrementen o se implemente un dispositivo especial de limpieza en épocas en las que se detecte un incremento considerable del volumen de hojas sobre los pavimentos y zonas de tránsito. De esta forma, se conseguirí­a reducir al máximo el riesgo de caí­das fortuitas, que pueden derivar en lesiones y discapacidades, y se ofrecerí­a una imagen pulcra y limpia de la ciudad, al tiempo que se garantizarí­a la movilidad a las personas con discapacidad y/o movilidad reducida.