La Policí­a Nacional investiga el posible uso fraudulento de una tarjeta destinada a poder estacionar en plazas asignadas a usuarios con movilidad reducida y que está a nombre del inspector jefe de la Policí­a Local de Moncófar, Valencia.

Una vecina sin discapacidad utilizaba la tarjeta, que no aparece en los registros, para aparca en un gimnasio de Torrent, Valencia.

El alcalde de la localidad afirmó desconocer que el inspector jefe de la Policí­a Local tuviera ningún tipo de discapacidad que le hiciera necesitar una tarjeta de movilidad reducida para facilitar sus desplazamientos.

De hecho, según el decreto 19/2003 de la Generalitat, que es la norma marco que regula la Estructura, Organización y Funcionamiento de los cuerpos de Policí­a Local, se prevé el paso a una situación de segunda actividad para aquellos agentes que acrediten razones médicas que reduzcan su capacidad para el cumplimiento del servicio. En esta categorí­a administrativa especial, los agentes destinados en segunda actividad realizan funciones de policí­a administrativa y vigilancia de edificios públicos e instituciones. Por tanto, en caso de que el jefe de la Policí­a Local de Moncófar hubiera tenido una discapacidad, esta serí­a incompatible con las funciones de jefatura.

Cabe recordar que las tarjetas para personas con movilidad reducida son otorgadas por los respectivos ayuntamientos de manera personal e intransferible, para que sea llevada en su documento original por la persona acreditada, independientemente de que conduzca un vehí­culo o vaya de pasajero.