La discapacidad, más visible que…

En España, hay cuatro millones de personas con discapacidad, es decir, más del 8,5% de la población y en uno de cada cinco hogares vive al menos una persona con discapacidad.

Según las organizaciones, a pesar de las barreras, la discapacidad ha salido de las zonas de sombra. Hay diputados, senadores y dirigentes en partidos con discapacidad y casi 200.000 personas con discapacidad más han logrado un empleo en los últimos años.

Las redes sociales y los canales de comunicación han facilitado el acceso de estas personas para vivir en comunidad. Han mostrado historias de superación como la de Pablo Pineda, primer europeo con sí­ndrome de Down en graduarse en la Universidad y ganador de un Goya al mejor actor revelación en 2010 por ‘Y tu también’. Al igual que la de Javier Garcí­a Pajares, el primer estudiante con sordoceguera que aprendió inglés en tiempo récord y se fue de Erasmus a Londres.

Pero también han aportado mucho los padres y madres de niños con alguna discapacidad que se han hecho fuertes en las redes sociales, han realizado documentales o participado en multitud de foros y eventos con el objetivo de dar a conocer su dí­a a dí­a, buscar la complicidad de la sociedad y enseñar una realidad que afecta a una de cada cinco familias en España.

En diez años España ha dado pasos hacia la inclusión de alumnos con alguna discapacidad en centros educativos ordinarios. Según los datos del Ministerio de Educación, la educación especial ha pasado de matricular a 836.168 alumnos en el curso 2006-2007 a 29.785 en el 2016-2017.

En inserción laboral hay grandes resultados, aunque con modelos protegidos, en centros especiales de empleo, donde los trabajadores con discapacidad realizan tareas productivas a cambio de una remuneración.

Sin embargo, dentro del mundo de la discapacidad existen colectivos que van más retrasados en este camino hacia la inclusión, como es el de la discapacidad intelectual, existe una idea de sobreprotección y discriminación que no se ha superado todaví­a.

El reto educativo y laboral, la promoción de la autonomí­a y la vida independiente, la atención y el apoyo a las familias de personas con pluridiscapacidad, la participación polí­tica, la salud o el acceso a la información son las principales asignaturas pendientes de la próxima década en España.