Primero fueron las muñecas Barbie las que dejaron a un lado los estereotipos. Después, llegaron las muñecas “a la carta”, donde el usuario podí­a elegir el color del cabello, tono de piel, color de ojos, raza”¦

Ahora les ha llegado el turno a las muñecas con discapacidad: una con aparato auditivo, otra con una marca de nacimiento en la piel, concretamente en el rostro y una última con bastón.

El objetivo es que los niños con alguna discapacidad fí­sica, cognitiva o sensorial puedan jugar con ellos y no tengan que jugar siempre con elementos diseñados especí­ficamente para ellos ya que, por ejemplo, sólo un 27 por ciento de los juguetes son idóneos para niños con discapacidad visual.

Con esa vocación nació ”˜Dolls for alls”™ (muñecas para todos), fabricadas con materiales suaves, ligeras y con ropas anchas de fácil colocación. Sus complementos son fáciles de manejar y tienen etiquetas diferenciadoras para cada parte del juguete. Propuestas jugueteras que dan pasos hacia la integración real en una edad aún libre de prejuicios, lo que favorece que en edades más avanzadas los niños vivan con normalidad la diferencia.