Crean una neurona que podrí­a…

 Cientí­ficos del instituto Gladstone de San Francisco han creado unas células denominadas ‘interneuronas V2a’ que trasmiten señales que ayudan a devolver el movimiento a quienes han sufrido un daño en la médula espinal.

La creación de un tipo de neuronas a partir de células madre da esperanzas a un grupo de cientí­ficos que buscan la forma para devolver el movimiento a quienes han sufrido un daño en la médula espinal. Según un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, cientí­ficos del instituto Gladstone de San Francisco (California) lograron crear unas células denominadas ‘interneuronas V2a’, que transmiten señales en la médula que ayudan a controlar el movimiento. Precisamente, el daño sufrido por estas interneuronas puede lastimar las conexiones entre el cerebro y los miembros, lo que contribuye a una parálisis.

Por lo tanto, los investigadores buscan una forma de “reconectar” el sistema dañado al reemplazar las interneuronas lastimadas por un nuevo circuito de células. No es el único estudio que ha avanzado en este sentido: son varios los ensayos clí­nicos que aspiran a reemplazar células en los casos de daño medular. Estos ensayos también se enfocan en las células madre que pueden ser convertidas en otro tipo de célula tanto cerebral como medular.

En este estudio, los investigadores lograron producir interneuronas V2a por primera vez a partir de células madre de seres humanos, utilizando una serie de quí­micos. Luego las trasplantaron en la médula espinal de ratones sanos y las interneuronas crecieron y se integraron con las células propias de los animales.

“Nuestro principal desafí­o era encontrar la concentración correcta de las moléculas que podrí­an acoplarse a las interneuronas V2a y no a otros tipos de células neuronales”, dijo Jessica Butts, una de las autoras del estudio.

“Las interneuronas pueden desviarse luego de un daño a la médula espinal, lo que las convierte en un objetivo muy prometedor para un tratamiento”, sostuvo Todd McDevitt, otro de los investigadores. Por ese motivo, el próximo reto será probar la eficacia de estas células en ratones que tengan un daño en la médula espinal, para saber si las interneuronas pueden ayudar a recuperar el movimiento.

Además, buscarán investigar las posibilidades que pueden ofrecer estas células en casos de enfermedades neurodegenerativas.