Cada año se diagnostican 10.000…

El 70% de las personas diagnosticadas de Parkinson en nuestro paí­s tienen más de 65 años: actualmente el 2% de los mayores de 65 años y 4% de los mayores de 85 años padecen Parkinson en España.

La prevalencia de esta enfermedad está claramente relacionada con la edad, debido al progresivo envejecimiento de la población española, la SEN calcula que el número de afectados se duplicará en 20 años y se triplicará en 2050. Sin embargo, no es una enfermedad exclusiva de las personas mayores, ya que cada año se detectan 1.500 nuevos casos entre pacientes menores de 45 años y también existen casos en la que la enfermedad puede iniciarse en la infancia o en la adolescencia. uesto que un número importante de pacientes refieren diversos sí­ntomas mucho antes de que aparezcan las manifestaciones motoras de la enfermedad y que el inicio y la progresión de la enfermedad son graduales y distintos en cada caso, los pacientes con Parkinson tardan una media de entre 1 y 3 años en obtener un diagnóstico y un 15% espera más de 5 años en recibir el diagnóstico definitivo.

Además, hasta un 25% de los pacientes clí­nicamente diagnosticados en vida tienen en realidad otra enfermedad. “El diagnóstico del Parkinson se realiza por las manifestaciones clí­nicas y no es difí­cil cuando nos encontramos ante un cuadro de temblor. Sin embargo, teniendo en cuenta que en el 30-40% de los casos los pacientes no presentan temblor, que no se disponen de marcadores biológicos y que las técnicas de neuroimagen funcional no siempre ayudan a diferenciar esta enfermedad de otras que cursan con trastornos del movimiento o temblor, tan caracterí­sticas de esta patologí­a, hace que, a pesar de que se ha mejorado mucho en los últimos años, la detección del Parkinson sigua siendo tardí­a”, señala el Dr. Javier Pagonabarraga.

“Es importante detectar la enfermedad a tiempo, porque existe un periodo en el que la respuesta al tratamiento farmacológico es excelente. Puesto que disponemos de un número considerable de tratamientos que consiguen mejorar los sí­ntomas de la enfermedad, tanto para el control de los sí­ntomas motores como para los no motores ”“que a veces son incluso más incapacitantes- se puede mejorar la calidad de vida de los pacientes durante varios años”. Dentro de los sí­ntomas no motores, el dolor (presente en el 60% de los pacientes), la fatiga (50%), la psicosis (50%), la somnolencia diurna excesiva (entre un 12% y un 84% de los pacientes) o el insomnio (55%), son los más frecuentes.

Pero también otros como el trastorno de la conducta del sueño REM (entre un 46% y un 58% de los casos), conductas impulsivas y compulsivas (13-25%) o deterioro cognitivo leve (30%). Esta variedad de sí­ntomas hace que el tratamiento deba ser personalizado, atendiendo a las situaciones de cada paciente.

Con el objetivo de implicar a todo el colectivo párkinson, a las administraciones, y a la sociedad en general, en la labor de la investigación, y luchar por la investigación de la enfermedad, la Federación Española de Párkinson (FEP), entidad miembro de COCEMFE, y las asociaciones federadas lanzan la campaña de sensibilización ”˜#EmpeñadosporelPárkinson con motivo del Dí­a Mundial del Párkinson.