Tecnologí­a y medicina se alí­an…

El dispositivo no funciona como un sustituto, sino como un apoyo para mejorar la movilidad de la mano.

Coger un vaso, abrir un tapón de rosca, llenar el vaso y beberlo, lavarse los dientes, abrir una puerta. Todas ellas son acciones sencillas que resultan sencillas para las personas sin problemas de movilidad; pero para las personas con discapacidad fí­sica o movilidad reducida en las manos y brazos estas tareas no son tan fáciles, y pueden convertirse en frustrantes.

Como viene ocurriendo en los últimos tiempos, la tecnologí­a se ha vuelto a aliar con la medicina, y el resultado es un wearable que puede cambiar la vida de millones de personas. Esta vez no se trata de un aparato capaz de reconocer los gestos faciales para funcionar, sino un sencillo pero efectivo guante robótico.

Pero el Exo Glove Poly busca precisamente lo contrario, cubrir lo justo para que no sea un sustituto de la mano, sino un ayudante. Creado por el Laboratorio de Biorobótica de la Universidad Nacional de Seul, Corea del Sur, el Exo Glove es un guante hecho con polí­mero flexible y lavable que se engancha a tres dedos de la mano y, mediante un sistema de filamentos retráctiles y un motor que los controla, asiste a la mano para que realice las funciones con una movilidad casi completa.

De momento es un invento en fase de pruebas, pero solo con su descripción y los resultados positivos que está obteniendo queda clara su enorme utilidad y cómo podrí­a cambiar la vida de mucha gente. Como dice uno de sus creadores, “la gente con discapacidad quiere vivir una vida independiente”.