Los baños en piscinas pueden…

Los niños asmáticos o con hiperreactividad bronquial deben tomar ciertas precauciones antes de darse un chapuzón en la piscina, ya que el exceso de cloro u otros productos irritantes puede provocar broncoespasmos, rinitis o crisis de asma, según explicó la pediatra alergóloga Cristina Ortega Casanueva, del Hospital Quirónsalud San José, de Madrid.

En estos meses de verano, la piscina es uno de los lugares favoritos de los más pequeños, aunque hay que tomar precauciones con los niños asmáticos. A este respecto, la doctora Ortega afirmó en una nota que “al chapotear existe la posibilidad de que el niño trague o inhale el agua de la piscina, cuyos productos irritantes pueden desencadenar una crisis de broncoespasmo con tos, pitidos en el pecho o fatiga respiratoria”. “Además”, añadió, “el exceso de cloro puede irritar la mucosa nasal y provocar una rinitis con el molesto moqueo constante, ya que este producto en altas dosis produce escozor. Aunque esta concentración de cloro sea normal, hay que controlar el tiempo que el niño permanece en el agua”. Según esta experta, otra recomendación importante es no olvidar la medicación del niño para evitar estas crisis asmáticas.