Los antibióticos deterioran la flora…

El descubrimiento y desarrollo de los antibióticos supuso, sin ninguna duda, uno de los principales avances en la historia de la Medicina. No en vano, no fue hasta la llegada de estos fármacos cuando las infecciones bacterianas, por entonces simplemente mortales, pudieron ser tratadas.

El problema es que muchos de estos antibióticos no solo matan las bacterias infecciosas, sino también muchas de aquellas que, simplemente, resultan vitales para el organismo. Es el caso, por ejemplo, de las bacterias de la flora intestinal, por lo que el uso de antibióticos debe llevarse a cabo con precaución. Muy especialmente en los neonatos, en la que esta microbiota intestinal aún se encuentra en desarrollo. De hecho, un nuevo estudio llevado dirigido por investigadores del Hospital General de Massachusetts en Boston (EE.UU.) muestra que la administración de antibióticos durante los tres primeros años de vida altera negativamente la composición de la flora intestinal, exponiendo así­ al neonato a un mayor riesgo de desarrollo de patologí­as como la diabetes tipo 1 o la enfermedad inflamatoria intestinal. Como explica Ramnik Xavier, director de esta investigación publicada en la revista «Science Translational Medicine», «una de las principales motivaciones de la investigación del microbioma es que la población microbiana en la infancia temprana parece jugar un papel crí­tico en la salud humana. No en vano, la disminución de la diversidad de la flora intestinal se encuentra implicada en el desarrollo de distintas enfermedades alérgicas y autoinmunes». No es la primera vez que se advierte de esta relación. Un estudio, publicado en «Journal of Pediatrics», señalaba que la administración de antibióticos a la madre durante el parto altera el proceso de establecimiento de la flora o microbiota intestinal en el recién nacido. Pese a ser una práctica común presente en aproximadamente el 30% de los partos, el efecto de la administración de antibióticos a la madre, que se prescriben debido a distintas razones, sobre el desarrollo de la microbiota en el recién nacido no habí­a sido evaluado antes de un modo sistemático.