Malas prácticas urbaní­sticas

Con este manual, realizado en junio de 2012, FAMMA pretende hacer visibles las dificultades de integración a las que se enfrentan las personas con discapacidad por la existencia de barreras urbaní­sticas desde el mismo momento en que salen de sus hogares y exige una mayor implicación por parte de la Administración para su eliminación.

La falta de movilidad o la carencia de alguno de los sentidos son realidades con repercusiones en múltiples facetas en cualquier persona, ya que en muchas ocasiones implica no poder desplazarse, no poder comer solo, no poder visitar a un amigo, no ir al cine, no poder hacer la compra, no poder salir a pasear… Estas personas precisan de unos espacios mí­nimos para poder maniobrar, lo que no sólo implica obligatoriamente una mayor superficie, sino una adecuada distribución, un mobiliario adaptado y práctico.

Las barreras son aquellas trabas e impedimentos que dificultan la integración de las personas en la sociedad; y entre las existentes, podemos definir las barreras arquitectónicas como todos aquellos obstáculos fí­sicos que limitan la libertad de movimientos de las personas en dos grandes campos: La accesibilidad en ví­as públicas, espacios libres y edificios; el desplazamiento mediante la utilización de medios de transporte.

Y dentro de ellas las urbaní­sticas, las que se encuentran en las ví­as y espacios públicos: aceras, pasos a distinto nivel, obstáculos, parques y jardines no accesibles, muebles urbanos inadecuados…

En materia de barreras arquitectónicas, FAMMA pone a disposición de todos los ciudadanos su Oficina de Denuncias de Accesibilidad y Ayudas Técnicas (ODAT), cuyo objetivo es facilitar la posibilidad de denunciar las infracciones en materia de accesibilidad, transporte o ayudas técnicas; además de una cuenta de correo electrónico (odat @ famma.org) donde cualquier ciudadano puede denunciar las barreras y a aquellas Administraciones responsables de su existencia.